La sociedad del espectáculos, el arte como lucha, el esteticismo de la política y la politización del arte… puro
Walter Benjamin en este ensayo perfectamente vigente:
La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica: “La recepción en la dispersión, que se hace notar con insistencia creciente en todos los terrenos del arte y que es el síntoma de modificaciones de hondo alcance en la apercepción, tiene en el cine su instrumento de entrenamiento. El cine corresponde a esa forma receptiva por su efecto de choque. No sólo reprime el valor cultural porque pone al público en situación de experto, sino además porque dicha actitud no incluye en las salas de proyección atención alguna. El público es un examinador, pero un examinador que se dispersa.”