Al parecer, en Argentina, se ha puesto de moda decir que si alguien ha conseguido algo, o no, es una cuestión de actitud. Los norteamericanos lo vienen diciendo desde el año del caldo, y para ellos significa algo así como el duende para los flamencos.
Hinde Pomeraniec: “Simplificando: los hacedores de esloganes, especialistas en pensamiento jibarizado, han determinado en este país que si a alguien le va bien, es sólo por una cuestión de actitud. Que lo que manda en la vida no es el talento, la generosidad, la capacidad o el tesón sino la actitud. Todo lo que antes podía llamarse garra, empuje y entrega, ahora se reduce a ser actitud. Lo que siempre se nombró como elegancia, personalidad y estilo, ahora se convirtió en actitud. Aquello que se denominaba presencia y carácter también es actitud.
¿Todo es cuestión de actitud?