Comentarios

1. David Iwasaki
   2003-10-20 14:33 Los mismos argumentos, o casi, revestidos con un lenguaje más tópico (‘poderosos lobbies judíos’, etc) son los que en boca de cualquiera que se diga defensor de la causa palestina hacen que le salgan de inmediato acusaciones de antisemitismo hasta de debajo de las piedras. Es increíble la capacidad que tienen los defensores a ultranza de Sharon no israelíes para hacer oír sus opiniones (y los exabruptos contínuos que las acompañan). Vargas Llosa aporta lucidez en este artículo en relación con una de las muchas aristas del conflicto de Oriente Próximo, pero no extraña mucho conociendo otros artículos suyos que dieron pie a que fuera muy criticado por algunos en los que se desvinculó de la deriva del gobierno de Sharon. Parece ser que ha optado por actuar como defensor de Israel no incondicional, lo que le permite criticar al gobierno israelí cada vez que sus acciones alejan el escenario de la paz, ahorrándose de camino ese trago al que tantos de un lado y de otro se han acostumbrado ya: el de las perversas justificaciones. Otro factor que favorece esta lucidez que dices que presenta Vargas Llosa es, posiblemente, un sano rechazo por la propaganda. Si así fuera, le alabamos el gusto. Un saludo.
2. El Contradictor
   2003-10-20 16:42 Edward Said escribió en ‘La crisis de los judíos norteamericanos’ (Al-Ahram Weekly Online, núm. 586), lo siguiente: ‘El problema de fondo es que los palestinos no existen en tanto que seres humanos, es decir, en tanto que individuos con una historia, una serie de tradiciones, una sociedad y unas ambiciones, como cualquier otro pueblo. Merece la pena investigar por qué razón una inmensa mayoría de judíos norteamericanos que apoyan a Israel (si bien hay que dejar muy claro que no todos lo hacen), piensan de este modo’. Los medios de formación de masas cumplen a la perfección con su cometido. Veremos lo que tarda la PROPAGANDA, amigo Iwasaki, en denunciar y presentar a Vargas Llosa como antisemita; y, algo más tarde, si nadie lo remedia, como peligroso enemigo del liberalismo.