Parece que la situación en Bolivia va de mal en peor, incluso se empieza a hablar de guerra civil.
Emir Sader: “Desde principios de septiembre se habían recrudecido las marchas y movilizaciones de varios sectores populares, entre ellos de jubilados, profesores, policías, campesinos, indígenas, trabajadores sin tierra. Tras el estallido de la huelga, el movimiento social pasó a exigir la renuncia de Sánchez de Lozada, quien responde con la militarización de varias ciudades. El movimento, que tiene en el líder indígena Felipe Quispe su principal cabeza, exige que el gobierno cumpla con los acuerdos resultado de movilizaciones anteriores en relación con tierras, equipos y créditos para los trabajadores rurales.”
Bolivia: al límite de una guerra civil.