JR traduce a
Robert Kuttner y su análisis demoledor de la depresión democrática que supuso el proceso por el cual Arnold Swarzenegger se aupó a gobernador de California.
El estado fallido: “Cómo destruir una democracia: Haz que los votantes escojan entre 135 candidatos en una atmósfera circense. Reúne las anteriores iniciativas populares para así debilitar al gobierno y convertir en norma el resentimiento hacia las instituciones públicas. En esta situación, un culturista presumido y acosador de mujeres reincidente puede ser visto como un salvador de la economía. El propio gobierno se convierte en una atracción secundaria.”
2003-10-15 13:26 Un ejemplo clarísimo de cómo un exceso de “democracia” puede acarrear serios problemas al gobierno en el poder, aunque éste no se haya comportado de un modo abusivo o incompetente, y a la propia supervivencia del régimen. Los extremos nunca han sido buenos. Saludos.