“El poder come miedo. Sin los demonios que crea, perdería sus fuentes de justificación, impunidad y fortuna. Sus satanes Bin Laden, Saddam Hussein o los próximos que aparezcan trabajan, en realidad, como gallinas de los huevos de oro: ponen miedo. ¿Qué conviene enviarles? ¿Verdugos que los ejecuten o médicos que los cuiden?!.
Eduardo Galeano clama al sentido común, ese gran ausente de nuestras vidas gobernadas.
Peligro a ejercer el derecho de obediencia, sin pararse a buscar el sentido común: “Ocurre que en este mundo los países y las personas se cotizan en la Bolsa, y su valor depende de la geografía del poder”.
2003-10-13 14:13 ¡Cuan devaluado debe estar el concepto de “sentido común” si se le aplica ya hasta a Galeano! Hablar de “actos de desesperación suicida” (recordemos el multimillonario terrorismo y la situación mucho menos desesperado cuando no existe), “ataques de la resistencia nacional” (parece ser que los baasistas se han convertido de repente en representantes legítimos del pueblo iraquí), tachar a Arafat de líder democrático y, por supuesto, adoptar el políticamente correcto tono antisemita en el que todo lo que haga Israel es malo y todo lo que hacen los demás ni se menciona, por si acaso. Galeano puede dar asco, como a mi, o no. Pero lo que desde luego no tiene es sentido común.