Bárbara Jacobs empieza con esas frases que se le ocurren a todo escritor justo antes de dormir y que hay que apuntar, o se olvidan. A ella se le ocurrió
Los lados de la cama, que no es gran cosa, hasta que le sirve para acabar el artículo de hoy. Es esa forma que tienen los columnistas de decir que hoy no tienen nada que decir, y aunque lo tuvieran, no les apetece decirlo. Por ejemplo: “Ahora bien, si nos ponemos a pensar en los usos de la cama, los lados de la misma pasan a segundo plano, y la imaginación desbordada de camas posibles para esos usos prácticamente ajenos a los lados de la cama (como no sea el de la posibilidad siempre presente de caerse, que ha acontecido a más de uno, más de una vez, ocupantes más o menos acróbatas, más o menos imaginativos y ágiles) se llevan la cabecera, o el sitio de honor.”
2003-10-05 14:40 Para ser domingo, os estáis gustando, ¿eh? ¡Seis artículos, nada menos!