Comentarios

1. Otis B. Driftwood
   2003-10-04 16:07 Estremecedor, desde luego. Pero la pregunta sigue en el aire: si se hace una ley sobre la eutanasia ¿dónde se fija el límite? ¿Quién debe dar la autorización para ello si la persona afectada no puede hacerlo por sí misma? Aunque supongo que no es eso en lo que el artículo se concentra, claro. La cuestión de la piedad se ha tratado mucho no sólo en la prensa o en la teología, sino también en medios más “llanos” como el cine y en mayor medida la televisión (hablo de programas de ficción, no de informativos). La película “Pena de Muerte” podría ser un buen ejemplo, que trata de situarse en los dos puntos de vista de la causa: el de la monja que intenta al menos redimir espiritualmente al reo, aun a sabiendas de que es un asesino a sangre fría (con un Sean Penn absolutamente magistral), y la de los familiares de las víctimas, uno de ellos que llega a esbozar algo de piedad, y el otro que sólo busca venganza (o justicia, según se mire). Creo que Morán hace su análisis con excesiva ligereza, pero me parece un buen punto de partida para el lector que quiera seguir indagando sobre el tema.
2. Domenico
   2003-10-04 16:21 El problema es el de siempre, como hacer una ley sobre algo que solo el sentido comun en cada caso particalar es la unica solucion. Cualquier ley sera injusta en muchisimos casos, por que la vida de cada cual es unica y sus circustancias tambien.