Comentarios

1. Daniel Rodríguez
   2003-09-30 15:43 Modestamente, en mi bitácora propongo otro par de obituarios no tan elogiosos hacia su figura.
2. Marcos
   2003-09-30 16:57 Sí, ya los vi… y el extracto que allí publicas es bastante significativo: el problema es que, comprensiblemente quizás, todo lo que discrepase mínimamente de la visión bushiana del atentado de las Torres Gemelas era un insulto para los neoyorkinos. Creo que lo mismo está pasando en vascongadas. Siempre he sostenido que si alguien mata a mi hija mi reacción instantánea y probable, si lo tengo a mano, es aniquilarlo con saña; eso es comprensible, pero también lo es que el Estado no lo permita y me castigue en caso de que lo haga. No sé si me explico.
3. Jaime
   2003-09-30 17:42 Dos obituarios, Daniel, que me parecen como mínimo injustos con alguien que, en realidad, no dejó de criticar a terroristas islámicos e incluso al propio Arafat. Aunque sobre todo se recuerden sus críticas a los gobiernos israelíes. Además, no creo que aporten mucho. Por ejemplo, Steyn responde a la idea (que no es sólo de Said) de que las culturas no son compartimentos estancos con ese exabrupto de Richard Lowry supuestamente ingenioso, pero que no responde al planteamiento del palestino. Lowry simplemente se hace el mordaz sin conseguirlo Y lo que se apunta en Europundit al final de su texto, sugiriendo que “bajo eufemismos como la creación de un estado laico binacional se escondía su sueño enfermizo de abolir Israel, algo que resultaría en el exterminio de su población no nativa”, es simplemente mentira, y parece basarse sólo en lo que Nelson Ascher cree que Said piensa, a pesar de lo que dijo y escribió este autor. Pero, claro, parece que Ascher puede leer nuestras mentes, así como se permite el lujo de mencionar supuestas medias verdades de Orientalismo sin siquiera citar un ejemplo.
4. El Contradictor
   2003-09-30 22:45 Es aparecer el tema de Israel en el horizonte y a nuestros amigos del anillo LIBERAL les ataca la misma amnesia, la misma ceguera temporal, la misma anomalía misteriosa que aquejó en su momento a los economistas liberales de la Escuela de Chicago en su divertido paseo entre la espesura de los crímenes de Estado del general Pinochet. Amigo Daniel: qué injustos, qué poco habéis entendido a Edward Said. En fin… corro a ponerme a salvo. Irónico. O, como dice el Talmud: flexible como un junco, no tieso como un ciprés. ¡Hasta la vista!
5. Daniel Rodríguez
   2003-10-01 13:56 Si, los liberales tenemos una extraña manía de apoyar a Israel en su lucha y derecho por sobrevivir y no ser echados al mar. Extraña manía la nuestra. No conozco, por otro lado, suficientemente bien la obra de Said, aunque los artículos suyos leidos en El Pais me hacen inclinarme más por los obituarios de Steyn y cía. La idea del estado binacional, propuesto por cierto después de Oslo, cuando podía pensarse en la posibilidad real de dos estados, y no antes, hace pensar en cierta mala fe, no me lo negareis.
6. Otis B. Driftwood
   2003-10-01 14:45 “Si, los liberales tenemos una extraña manía de apoyar a Israel en su lucha y derecho por sobrevivir y no ser echados al mar. Extraña manía la nuestra.” Extraña manía que compartimos incluso los que no nos consideramos liberales (en ese sentido extraño que le dáis a la palabra “liberal”, pero eso es otro tema). La diferencia es que nosotros no apoyamos ese derecho reforzando el contrario, es decir, mediante la destrucción sistemática de todo lo que huela a Estado Palestino y acusando de antisemita (que manda huevos) a quienes se atrevan a criticar las matanzas del ejército israelí o la politica de apartheid del gobierno Sharon, negando el pan y la sal incluso a gente como Edward Said, que criticaba las actitudes de ambos bandos incluido el de su propio pueblo. Y creo que es una gran diferencia, no me lo negarás.
7. Ibn Said
   2003-10-01 15:24 ‘Abraza a su asesino para lograr su clemencia: ¿te enfadarías mucho conmigo si sobreviviera? Hermano… hermano: ¿qué he hecho para que me asesines? Dos pájaros vuelan sobre nosotros, apunta hacia arriba. Dispara tu infierno lejos de mí… Ven a la choza de mi madre para que te prepare las habas. ¿Qué dices? ¿Qué dices? ¿No soportas mi abrazo ni mi olor? ¿Estás cansado del miedo que me habita? Entonces arroja ese revolver al río. ¿Qué dices?... ¿Un enemigo en la ribera del río ha dirigido su metralleta hacia el abrazo? Entonces dispara contra el enemigo. Escaparemos juntos de sus balas y escaparás de tu delito. ¿Qué dices? ¿Me matarás para que el enemigo vuelva a su casa/nuestra casa y tú retornes al juego de la caverna? ¿Qué has hecho con el café de mi madre y de la tuya? ¿Qué crimen he cometido para que me asesines, hermano? No desataré la cuerda del abrazo. No te dejaré.’ Mahmud Darwish (Gracias por la reseña de David Iwasaki. Gracias por los comentarios de Jaime y de Otis. Yo ya no discuto de estos temas. Y mucho menos con los hombres de la prehistoria posthumana). Un abrazo.