“Está fuera de duda, después del ejemplo iraquí, que sólo EE UU dispone de una colosal maquinaria capaz de ejecutar una guerra de proyección sobre cualquier lugar del planeta, siempre y cuando el país destino del ataque carezca de capacidad de respuesta nuclear”. Y esa fue la razón de la guerra, la necesidad estrsatégica del nuevo concepto de seguridad nacional de EEUU, al menos eso es lo que opina
Manuel Marín.
Empiezan los ajustes de la posguerra: la vuelta a escena de la ONU, la pérdida de credibilidad del supuesto vencedor de la contienda y el replantemiento de posturas ante la situación actual.