La estructura no es la mejor, con preguntas de un montón de gente y sin posibilidad de repreguntar, pero es indudable el interés de esta entrevista a Antonio Escohotado, que no tiene pelos en la lengua y sí un cerebro bien asentadito, aunque se difiera de él: “Y aunque no hay regla sin excepción, por mi ambiente familiar, mis amistades, mis conocidos… me atrevería a decir que una política de ilustración [en el uso de las drogas], es decir, de adiestramietno en el uso, en vez de una política de adoctrinación en el no uso, suele ser más eficaz para evitar episodios calamitosos. Cuanto más autoritarismo presida la adolescencia y la primera juventud, más posibilidades hay de que el joven quiera hacer una espantá. Debemos recordar siempre a los jóvenes que la ebriedad es un asunto de conocimiento, indiscernible del estudio de cualquier otro campo, y también una apuesta decidida por el amor propio. El problema de la prohibición farmacológica es que presupone que no hay ni conocimeinto ni amor propio posible en este terreno, y eso no disuade a nadie, eso se limita a estimular conductas que van de la desinformación a la autodestrucción.”
Entrevista con Antonio Escohotado.
2003-09-27 20:42 Que la sensatez que Escohotado muestra al abordar estos asuntos pase por excentricidad y “apología de las drogas” da una medida de la imbecilidad moral generalizada que reina en este ámbito. El recurso al miedo que practican casi todos los gobiernos
con la entusiasta colaboración de los mediafomenta el abuso entre los jóvenes y no reduce un ápice el consumo -y a las estadísticas del PND me remito. ¿Qué pensaríamos de una política económica que aumentara el paro y la inflación y cuyos responsables se empeñaran en mantener contra viento y marea? Pues así es nuestra política de drogas y a nadie parece importarle -ni siquiera a nuestros liberales de tres al cuarto, demasiado ocupados con Polanco y Chávez como para encarar este asunto.