Alina Diaconú: “Hoy todo dato es alcanzable fácil y rápidamente. La información está a mano, y es tan amplia que, de seguro, excede lo requerido. Esto nos hace conjeturar que quizás en el futuro se puedan redactar textos que parezcan cultísimos sin siquiera haber leído un solo libro relevante. Con sólo recurrir a los vastos archivos de las computadoras. En ese supuesto futuro no será necesario siquiera tener memoria propia. Porque la computadora hará ese trabajo con mucho mejor rendimiento que un pobre cerebro humano, que está a veces amenazado por la confusión, las lagunas y la amnesia.” Luego dice que la internet se parece bastante a Funes, el personaje de Borges que lo recordaba todo pero no relacionaba. Bueno, sí ¿y qué? El trabajo intelectual está precisamente en relacionar datos, esquemas, relaciones. No en recordarlo todo. Precisamente el momento clave de la civilización es la invención de la escritura, que permite que parte de la memoria se guarde fuera del cerebro para que el cerebro pueda funcionar con mayor libertad. Cultura, memoria, computación.