Una nueva edición del Gran Hermano sirve de excusa para retomar la cuestión que plantea David Brin en La Sociedad transparente. Imagínenese que tienen la opción de elegir entre 2 ciudades para vivir; las dos están llenas de cámaras y cualquiera que se mueve por sus calles está bajo continua vigilancia. En la primera ciudad, las imágenes de las cámaras sólo están disponibles para la policía que las usa como mejor le parece. En la segunda, cualquiera puede conectarse desde su casa a cualquier cámara, incluso a las cámaras situadas en la sala de control de la central de policía. ¿En cual se quedarían? ¿quizás en la primera, donde gracias a la protección de la privacidad los guardianes vigilan lo que ocurre? o ¿quizás en la segunda, donde cada quien puede vigilarse entre sí además de hacerlo con los guardianes?. Lo que hay detrás de esta propuesta es el debate entre libertad y privacidad al que necesariamente hay que añadir el de la corresponsabilidad. Los avances tecnológicos sugieren el camino hacia la sociedad transparente, la segunda ciudad, aunque los planteamientos políticos y legislativos nos van derivando hacia el primer modelo de ciudad. [Vía pjorge.com]