Mariano Gistaín nos ofrece una de sus peculiares panorámicas de la
realidad, un listado dantesco, monstruoso y burlón de las discordancias de un mundo que está, en el mejor de los casos, loco: “Van a legislar para que se pueda patentar software, reventar todo ese mundo a medio nacer. Se podrá patentar una idea para un programa que ya nadie desarrollará. Se puede perseguir a los niños por bajarse canciones que nunca escucharon. Para demandar, ¿no habría que demostrar que se escuchó ese tema y se tarareó? Estamos todos metidos en un Guantánamo. En el cuarto mundo te lapidan por hacer el amor. En el primero, aparte de que no hay tiempo, ni ganas, la gente teme dejar una estela de adn, una expectativa que siempre acaba en un montón de encargos.”
Mañanitas doloridas del mundo.