He vivido algunos años en Estados Unidos, lo que más eché de menos cuando volví a España, fue la sensación de libertad personal. Es sólo una sensación, pero es sobre esas sensaciones que se construye la calidad de vida (también hay cuestiones objetivas, como el seguro médico, algo que cada vez más, limita la libertad de la clase media norteamericana; pero ese es otro asunto). No creo en que las libertades hayan aumentado en España en los últimos años, pero sí se han reducido en EEUU. De eso escribe
Tomás Eloy Martínez: “En verdad, elijo trabajar sólo en aquellos lugares donde puedo decir lo que pienso, como lo hago en mi universidad y entre los vecinos del pequeño pueblo donde está mi casa. Cada día advierto más señales de que el presidente George W. Bush y quienes lo rodean están sucumbiendo a un fanatismo patriótico no demasiado diferente del que combaten. Si algún éxito tuvo el ataque de Ben Laden ha sido ése: infectar al enemigo con su propia enfermedad.”
Los venenos del miedo.