El colectivo Wu Ming 6 arremete contra Alejandro Sanz, ese mito accesible y chico-bueno-que-alguna-vez-fue-malo y que ahora va de rebelde chic; y es que lo ha puesto en bandeja. “Sanz, músico en nómina de una compañía capaz de apoyar regímenes opresivos, financiar a corruptos y torturar con tal de abrir mercados para sus productos, se convierte en mercancía que adopta ser un pequeño símbolo de rebeldía y trascendencia. No es otro que el discurso del consumo como aquel que la libertad es conducir con un mono con una ballesta. Sanz ansía que las antenitas de la multitud politizada con enormes demostraciones de concienciación (guerra/ prestige) empiecen a chispear cuando él cante que está con nosotros, con la multitud, pero sólo con la que compre su disco”. El pequeño detalle de que su último trabajo de autor lleve un sistema anti-copia, toda una insignia de su contribución a la campaña anti-piratería: “Quien compra discos pirata comete un delito y apoya el crimen”. Wu Ming le da la réplica: “quien compra discos de la AOL TIME WARNER contribuye a que Colin Powell, Steve Case y demás sátrapas de los mega-medios aumente sus rentas y sus aportaciones a lo injusto”. Que no es lo mismo pero es igual.