Xuan Bello se fue a Bueno Aires para casi ni salir de su Asturias. Se puede viajar desnudo o con todo a la espalda, pero en cualquier caso se vuelve siempre vestido con ropas extrañas: “Los viajes en realidad comienzan cuando los acabas, cuando ya todo lo vivido es materia de la experiencia, digo de la nostalgia. Buenos Aires —aquellas avenidas australes configurando un corazón contradictoriamente cosmopolita y provinciano— es una prolongación de Asturias, de nuestra memoria colectiva; también de nuestro terco e incomprensible olvido.”