Hace tiempo que empezaron las batallas electorales. Bueno, parece que las elecciones de mayo acabarán en octubre. A mí lo que me preocupa es algo que, para mis adentros, llamo la política estancada, la que se pudre. Es la política basada en el politiqueo, la que divierte a los ciudadanos de la democracia, la que no tiene ideas ni piensa en términos de futuro (o incluso, de presente). Manuel Martín Ferrand ha encontrado ese tipo de político en Josep Piqué: “Pablo Sebastián entrevistaba ayer, en La Estrella de papel, al candidato Piqué. Algunas de las expresiones del ex ministro —“El estatuto de Artur Mas incluye los elementos de destrucción y división del Plan Ibarretxe”— pueden entenderse como un análisis lúcido, aunque ya repetido, de la situación autonómica; pero, ¿cuál es su propuesta alternativa? He repasado con atención la entrevista, todo un latifundio periodístico, y no he podido encontrar una sola propuesta alternativa. Así no se hace política. Así, quizás, pueda hacerse periodismo, pero ésa es una tarea menor.”
Un ex ministro para un retroceso.