Las malmiradas, de
Trinidad de León-Sotelo: “Las han convertido en oscuros objetos de deseo. La mujer vista así es costumbre que también viene de lejos y que es obligado combatir para que no llegue mucho más allá en el tiempo. Toda una revolución femenina, que colectivamente comenzó en el XIX, para que todavía
una vez más la palabra una mujer tenga que temer volver a casa sola o, lo que es más, que haya que incitarla a que no lo haga por su propia seguridad…. Ha de ser ella la que ponga límites al esparcimiento al que tiene derecho, no sea que «provoque» a sus verdugos.”