“Ahora piense por un minuto qué pasaría si un buen día, todos lo que se dedican al trabajo agrícola desaparecieran, ya sea por falta de fuentes de trabajo o, simplemente, porque ya no es redituable o no hay mercado dónde colocar los productos”.
Mariana Martínez evidencia cómo la supuesta globalización arroja un desequilibrio entre quienes ganan con ella y quienes pierden: “Los países desarrollados son “hipócritas”; cuando de colocar sus productos se trata, el mundo debe ser globalizado, pero cuando les toca a ellos, la globalización funciona para un solo lado”.
Globalización, hipocresía y subsidios plantea la necesidad de eliminar los subsidios agrícolas que los países desarrollados utilizan como forma de protección y favorecer de esta forma a las exportaciones de los países menos favorecidos. La discusión se abrirá de nuevo en la reunión de la OMC, aunque en ella no tendrán voz los pequeños productores agrícolas.