En realidad llevamos una vida fantasma. Te preguntan qué tal vas, y contestas que bien, que todo perfecto, porque tienes una casa, dos coches y, salvo algunos apretones al final de mes, no hay problemas económicos; se te olvida —literalmente se te olvida— que debes 20 millones a un banco: tu vida social pertenece a una entidad bancaria. “Actualmente, si no debes dinero es porque eres un vago. O un jubilado. Y cuando tienes deudas ya no te persigue el sastre, sino que en el banco te llaman de usted y te regalan un juego de maletas.”
Jaime,
Deudas respetables.