Sigo sin entender en qué ofende el anuncio que pone de manifiesto, en clave satírica, la dureza de la vida agrícola-ganadera. En mi opinión es loable que, aún medio en broma, se vea que detrás del tomate que uno se come hay sudor, dolores de espalda y madrugones. Pero es que hemos entrado en una dinámica peligrosa: todo y todos somos susceptibles de ser ofendidos: los sordos, los homosexuales, los calvos y los peludos. Claro, que para poder ofenderse hay que formar parte de un colectivo con cierto poder y, sobre todo, que esté de moda. Tal y como están las cosas no es explicable que un colectivo de Hombres Ofendidos no proteste por esos anuncios que igualan al macho con la importancia de un electrodoméstico: si no sabe usarlo que lo cambien como si fuese una nevera. En fin,
Yo me ofendo, tú te ofendes, de
JR: “No es de recibo, por tanto, que se opte por retirar los spots a la mínima de cambio cuando otros insultos de categoría más grave ocurren día a día en el patio mediático: la manipulación informativa, la nula calidad en la práctica totalidad de las programaciones televisivas y el tratamiento de los espectadores como si fuéramos retrasados mentales inundándonos con programas que degradan la dignidad del ser humano”
2003-08-21 14:48 Yo me ofendi grandemente cuando haciendo zaping vi un par de minutos de “Hotel Glamour” como mi tele no tiene la culpa no la rompi, aunque me costo, no creais. No obstante, nunca me plantee creear una plataforma ciudadana para desposeer a mis conciudadanos del “placer” de contemplar semejante “espectaculo”, ese es el problema, la intolerancia. Con la democracia, convive agazapada la intolerancia, debemos darnos cuenta que la “basura” tiene derecho a existir y a ser respetada como “basura”. Un poco mas de sentido del humor no vendria mal y un poco menos de susceptibilidad tambien seria de agradecer.
2003-08-22 02:27 Dejando a un lado el tema de si la vida rural es o no dura y motivo de chanza. Está todavía por ver un anuncio que critique al consejo de administración de esa empresa en el que, por ejemplo, vemos a su presidente en el trono del WC limpiándose con las servilletas que usan para acompañar los Boccatas. O si prefieren pasandose por el mismo sitio todo tipo de consideraciones éticas, por ejemplo: los esclavos de los invernaderos de Almeria. Es una cuestión de puntos de vista. En mi opinión hay que ser bastante inútil para no ser capaz de montarse uno mismo un bocadillo. De eso es capaz hasta el tonto del pueblo. ¿No sabes hacerte un bocadillo? ¿Eres un inútil? ::: Bocatta ::: y más cosas que se les pueden ocurrir a los publicistas para no cobrar de quien esta sentado en el trono.