Carlos París se afeita los pelos de la lengua y dice que, lastrados ya por la mala transición desde el régimen franquista, al actual sistema del Estado español difícilmente se le puede llamar democracia: “El aspecto más llamativo y realmente decisivo en esta ausencia de democracia está representado por la falta de división de poderes, un requisito esencial para el control y equilibrio de una democracia formal. Entre el poder Ejecutivo del Gobierno y las cámaras parlamentarias se ha producido, en virtud del abusivo uso de la mayoría absoluta, una fusión total, en la cual el Congreso de Diputados y un ornamental Senado se han convertido en correa de transmisión de las decisiones del presidente del Gobierno y sus sumisos ministros. Los debates parlamentarios han perdido toda eficacia e interés inmediato. De antemano se conoce su resultado inalterable. [...] Si como mantenía Kant, el espíritu de la Ilustración se expresaría en la afirmación «atrévete a pensar por ti mismo», podríamos decir que estamos asistiendo a la negación total de dicho espíritu.”
Falso desarrollo económico y político.
2003-08-18 13:30 Bueno, bueno, deacuerdo en la tesis central: el postfranquismo nos ahoga… pero quien fue a hablar. Mirad las características de la izquierda de todos los colores que incluye a Paris y que informa toda la cultura política española: 1. Fundamentación ética de la política (que produce monstruos como la “Ley de partidos” como muy bien comentara Teira en su día) -esto es lo que hay detrás de la cita de Kant de Paris por cierto 2. Pero la ética se nutre de unos valores supuestamente universales, lo que genera un sentido universal de la ciudadanía española (cosas como “ciudadano subsahariano” que dice la tele dicen de hasta dónde llega esta ideología) que apareja un cierto rechazo o mofa a la identidad nacional española 3. Por lo mismo se produce una preeminencia de la preocupación “social” entendida como base suficiente para la acción económica del estado. La economía y la acción económica de los individuos para a someterse a la decisión del estado. 4. Antiamericanismo en lo internacional que se justifica en la crítica a la acción internacional de EEUU quien “actúa guiado por sus propios intereses y no por los generales de la comunidad internacional”, es decir, se critica a EEUU por actuar en la esfera internacional desde una óptica nacional y no ético-universal. 6. Se reivindica la existencia de un “orden jurídico internacional”. La idea de orden jurídico implica la existencia de un poder represivo que haga cumplir las leyes a los sujetos (en este caso las naciones). Como obviamente no existe se oscila entre exigirle a EEUU que se comporte como si lo fuera (aún a costa de sus propios intereses nacionales) o se cae en el idealismo de pensar que existe tal orden aunque no exista la fuerza capaz de imponerlo. Se reivindica pues un “imperativo ético internacional” No creo que hasta aquí tengamos mucho desacuerdo. Es sólo descripción Ahora veamos de dónde sale ésto. Desde luego no es del marxismo o de la tradición de la izquierda materialista. Más bien es de la tradición de la ciudadanía del Imperio español, un imperio que se pretendía católico, es decir universal, representante de los valores éticos pretendidamente universales del cristianismo. Es un imperio anacional (de ahí las dificultades de nuestros liberales decimonónicos para vender la existencia de una patria española, dificultades que chocan contra la tradición católica universalista, no contra el regionalismo que aún tardaría un siglo en llegar) Pero la izquierda liberal y obrera española nunca fue ni antiamericana ni anacional. Ni siquiera tras el 98. Eso es algo que surge entre la oposición al franquismo por la influencia de gentes como Haro Teclen
falangistay los grupos provenientes de la democracia cristiana y la HOAC, obrerismo cristiano. ¿De dónde habían chupado este mensaje? Es cierto que esta idea universalista y totalitaria respecto al papel del estado puede fundamentarse en el cristianismo católico y su teoría. Pero en el caso español todas estas interpretaciones tienen un origen claro: la reivindicación de la universalidad del estado español hecha por la Falange. Falange es la que introduce el antiamericanismo (no como antiimperialismo sino como antiliberalismo) y rescata todas las teorías jurídicas internacionalistas y éticas de la época salmantina del imperio español. La izquierda española necesita limpiarse del humanitarismo imperial español. Ese discurso kantiano que es un recocido de falangismo hecho en sitios como la Carlos III y ese discurso llorón, cristiano, con su ética y estética del perdedor, es el lastre que carga del franquismo. La izquierda española sigue siendo la izquierda del franquismo. Si frente a este sólo supo defender la democracia como “paso táctico” (y eso el moderadísimo pc de Carrillo), actualmente sólo sabe ser un reciclado humanitario articulado sobre el reclamo de los valores imperiales españoles que son jústamente los listados en el comienzo de este comentario… eso si, cambiando cristiano por ético.2003-08-18 17:45 Pues gracias David por el texto, interesante, pero creo que tiene poco que ver con el artículo. Quiero decir que el artículo destaca que nuestra democracia nunca ha gozado de buena salud, y que en esta última década el gobierno del PP simplemente ha hecho decrecer el nivel democrático del país. ¿Acaso no estamos de acuerdo en eso? Por lo demás, yo estoy absolutamente convencido de que la izquierda española no existe, o lo que es peor, existe sin saberlo. Me he cansado de repetir en este sitio que sólo una profunda remodelación (etimológico, de modelo) de la estructura, las teorías y las formas de la izquierda la harán salir del pozo y, de paso, ayudarán a la democracia en España. Saludos.
2003-08-18 19:44 Estoy de acuerdo, hace unos días yo mismo me sorprendí cuando nos escribieron a Los Liberales para proponernos la inclusión de de una página de gente española vinculada al Partido Radical de Panella y Bonino. No se tu, pero a mi como que me suena que por ahí debería ir la refundación de la izquierda española. Fue una grata sorpresa, la verdad. Yo por mi lado, sinceramente creo que el tiempo histórico está cambiando profundamente y que aquí nadie parece darse por aludido y busco las respuestas cada vez más en otros sitios que creo mucho más fértiles que el fundamento universalista-ético de nuestra izquierda. Sinceramente creo que el Congreso Ciberpunk de Praga es una señal de por donde van los tiros en el mundo exterior más allá y con consecuencias más profundas que lo que se maneja en el movimiento antiglobi.