Con motivo de la exposición
Cien años de ilustración infantil en España Alberto Urdiales reflexiona sobre las intenciones de quien ilustra, sobre los mensajes que intenta transmitir o transmite sin intentar el ilustrador en sus dibujos. Divide el autor estas intenciones entre aquellos mensajes que se transmiten por el mero hecho de ilustrar, aquellos que se transmiten conscientemente y los que son leídos por el lector/mirador y que no estaban en la consciencia del autor. Es interesante, sin embargo, parte de una premisa que no comparto en absoluto: “voy a explicar el Arte de la forma más disimuladamente hermética para que después de mí, como después de tant@s otr@s explicadores, permanezca inexplicado, elitista e intocable, ya que considero que son éstas las principales cualidades del Arte.” Pues yo no. Hay que explicarlo —con toda la amplitud semántica que selle pueda dar a ese término—, expandirlo y manosearlo.
Mensajes como tesoros.