Alejandro Rozitchner: “La figura del reformista, odiada y ridiculizada por los idealistas, se ha revelado con el tiempo como una actitud mucho más valiosa y valiente que la insensata y nociva búsqueda del límite heroico. Es más sutil y más vital alguien que quiere al sistema y como parte de ese querer busca mejorarlo que quien se manifiesta constantemente como un enemigo de ese sistema. Más valioso que tener ideales es tener deseos y proyectos, más valioso que tener grandes palabras es tener palabras propias. Más importante que imaginar que uno carga en sus hombros con la humanidad entera es dar los pasos propios, limitados, concretos, necesarios y útiles. Claro, también es más difícil.”
Falso valor del idealismo.