Jorge Camil se pregunta por la virulencia con la que el semanario británico, The Economist, lleva atacando a Silvio Berlusconi desde hace un par de años; virulencia que últimamente ha cobrado más fuerza. El Economist dice que Berlusconi es “el ejemplo flagrante de un capitalista que abusa del sistema democrático en el que vive y opera”. Pero Camil continúa por otro camino: Berlusconi será el ejemplo más claro, pero no es el único. “Se repite en todos los países donde no se le da importancia a los conflictos de intereses, y se considera aceptable que los gobernantes utilicen información privilegiada y el poder del Estado para beneficio de sus negocios personales.” En México, por ejemplo, la corrupción le cuesta al país el 9,5% del PIB, lo doble de lo que se invierte en educación. Habría que averiguar cuál es la cifra para otros países.
Il Cavaliere.