Comentarios

1. David
   2003-08-16 01:01 Hola Marcos, es que creo que tienes la imagen de los empresarios creada por el oligopolismo y los mercados de trabajo cerrados. El ideal liberal y libertario es el de la empresa pequeña, mínima, en el límite unipersonal… y por tanto la del fin de la diferencia entre trabajador y empresario. Todos ser empresarios, todos trabajadores. Pero, dirás con razón, siempre habrá empresas mayores que tengan asalariados. Sip, llevas razón, pero cuando el mercado es libre y la competencia entre empresas por los trabajadores funciona, los trabajadores pueden marcharse en cualquier momento y encontrar algo equivalente casi inmediatamente… o si lo prefieren establecerse por su cuenta. Si se deja a los mercados y se divide a los monopolios, carteles y trusts previamente a empezar el juego también presionarán a los empresarios y los contendrán en lo razonable. El libertad no existen empresarios dictadorzuelos, y si los hay se arruinarán incapaces de mantener a sus propios trabajadores
2. Marcos Taracido
   2003-08-16 03:00 Bueno, veo bastantes pegas a tu en teoría buena estrategia. Una sería si conoces algún sitio donde eso se haya puesto en práctica con resultados aceptables. La otra es menos perversa: ¿es que no estás cansado de conocer pequeñas empresas de 5 o 6 empleados en las que el patrón explota, maltrata, y despide y contrata como quien compra papel higiénico? Y otra: ¿cuál es la definición de monopolio? Porque el problema en ese sistema ideal que dibujas está en saber cómo controlarlos: ¿son las Cajas monoploios? Diría que no, incluso quizás tengan demasiada competencia entre sí; sin embargo su política de empleo en los últimos años es prejubilar a todos los antiguos empleados y sustituírlos por recién licenciados que cobran 120.000 pesetas y trabajan 12 horas. Y no se van a otra empresa porque no existe. Saludos.
3. David
   2003-08-16 15:03 Confundes la competencia en dos mercados diferentes. Las cajas o las PYMes que comentas compiten por los consumidores pero no por captar a los mejores trabajadores, ya que no existe libertad de mercado en el mercado de trabajo. La consecuencia: el peso de la lucha por la competitividad recae sobre el factor trabajo. Ese es el modelo del falso liberalismo que ha promovido la política económica española desde la entrada en la UE. Libre mercado de mercancias, mercado cerrado de trabajo. Se podrá revestir de lo que se quiera (cuando los sindicatos lo hacen en realidad fíjate q defienden a la aristocracia obrera, no a los jóvenes precarios), pero al final la falta de flexibilidad y libertad en el mercado de trabajo a quien coloca en peor situación es a los trabajadores. Las rigideces legales aseguran que hasta cierto punto “esten presos” en la empresa y los contratadores no tengan que temer perderlos si empeoran sus condiciones para ganar competitividad. Añade a esto un mercado de vivienda que padece la especulación planificada del suelo desde los ayuntamientos y un sistema financiero que reposa sobre los consiguientes créditos hipotecarios y tendrás un país socialmente dualizado. Alternativa?: – Liberalización del suelo – Liberalización del mercado de trabajo – Descuartizamiento de los monopolios y oligopolios de las telecomunicaciones, la energía y el transporte – Nuevo estatuto del “autónomo” y las SLs de capital inferior a 20.000 euros para que su constitución legal sea inmediata y gratuita