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Las empresas y las profesiones liberales Amando de Miguel estima que es el público el que decide dónde está la calidad y qué producto la tiene, y por ello las nuevas empresas tendrán que tener personal bien educado —con estudios— para poder ofrecer esa calidad: “De ahí que, ahora más que nunca, se hace imprescindible la equiparación de economía de mercado con democracia política. Los dos sistemas parten de la noción de que hay un público (mercado, electorado) que puede elegir, aunque en la práctica el número de opciones sea bastante reducido. Las empresas españolas pueden adaptarse mejor a las nuevas exigencias de la calidad cuando, paradójicamente, no arrastren demasiada tradición fabril. Ese ha sido el drama de la llamada «reconversión industrial» (bastaría con «conversión»).” Quizás de Miguel se olvide de la publicidad y la Sociedad de la Información, que son, al menos hasta ahora, los que en último término deciden en buena parte los productos que tienen
calidad.
2003-08-08 14:40 Seria interminable desmontar casi la totalidad de lo dicho por Amando de Miguel, en lo unico que estoy deacuerdo es en la supuesta democracia de la eleccion de la calidad y digo supuesta por que aveces no tiene nada de real. Si cogemos 5 marcas de detergente de la estantaria de cualquier supermercado podremos comprobar que con facilidad habremos cogido los 5 de la misma empresa matriz, que decide hacerse la competencia a ella misma antes de que se la hagan los demas. No veo ninguna democracia en ello, por que supongo que los 5 son iguales, en su contenido, no es su continente y promocion. El parrafo final no tiene desperdicio, es para tacharlo entero, en las empresas madrileñas trabajan personas llegadas de todos los puntos de la geografia española, generalmente
aunque no solo o no todoslos mas especializados ya que no encuentran mercado laboral en sus distintos lugares de residencia, ese si es el valor de la sociedad madrileña, el mestizaje, el conseguir que nadie se sienta extranjero en Madrid.