José Emilio Pacheco acaba de recibir el Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz. Escribe
Javier Aranda Luna: “El poema para él es un intento. Un lugar de encuentro con la experiencia ajena: el poeta, en realidad, da la mitad del poema. El lector terminará de inventar o no, el poema esbozado. Por eso escribe en una carta en verso dirigida a George B. Moore lo siguiente: ‘’No leemos a otros: nos leemos en ellos. Y eso es un milagro’’.” Es la vieja consigna socrática, conócete a ti mismo, ¿no? Lo que Nietzsche transformó en ama tu destino. Esto viene a cuento por el título del artículo que anoto:
JEP y el antídoto contra la barbarie.