Supongo que la lógica de las sanciones económicas impuestas a un país es que el pueblo se cansará de sufrir y se levantará contra el dictador.
Jeffrey D. Sachs indica que, excepto en la Suráfrica del apartheid, esas sanciones no han funcionado en ninguna parte. No tiene respuestas claras pero propone lo siguiente: “las llamadas “sanciones inteligentes” se centran con mayor precisión en la dirigencia política. Dichas sanciones incluyen el posible juicio de los déspotas por un tribunal internacional y la denegación (extensiva a sus familias) de privilegios en materia de viajes al exterior. De este modo, pueden tenerlos presos en sus propios países. Asimismo, pueden apuntar específicamente al comercio de pertrechos aislando a sus Fuerzas Armadas. Más aún: pueden desviar la ayuda externa de las organizaciones estatales a las no gubernamentales, con lo que se fortalece la sociedad civil local.”
La ineficacia de las sanciones comerciales.