Muchos de quienes le echan un vistazo de vez en cuando a este Libro están inmersos en una batalla que se libra en nuestros ordenadores a diario, la del software libre. Habría que exportar esa batalla, utilizando los mismos términos, a la cuestión farmacéutica. ¿Copyleft para las medicinas? La salud como libertad.
Silvia Ribeiro escribe sobre las negociaciones que se plantean en la próxima reunión de la OMC, en Cancún: “Los países sedes de las trasnacionales farmacéuticas
Estados Unidos y la Unión Europea, con leves variaciones han tratado de reducir los ámbitos de aplicación de las excepciones. Primero, reduciendo el número de enfermedades aplicables, por ejemplo, solamente malaria, tuberculosis y sida. Hace poco aclararon que el SARS, o neumonía atípica, no podría entrar en esas “excepciones”. Luego, manipulando el término “razones de salud pública” para que sólo fuera válido en situaciones de “extrema urgencia”, evaluación subjetiva que siempre puede ser discutida.”
Espejitos de colores y caracoles en Cancún.