En 1979 e busqué y encontré la fórmula de la nitroglicerina en una enciclopedia. El artículo detallaba los peligros de su elaboración, por lo que resultaba un instructivo perfecto.
Pedro Miguel escribe sobre los manuales e instructivos de armas de toda clase que se pueden encontrar en la red, algunos puestos ahí por los mismos gobiernos que dicen luchar contra el terrorismo. Miguel tampoco piensa utilizarlos. Sí que se queja, en cambio, del amarillismo del diario El Mundo, cuando éste dice que en el ordenador de un etarra (no presunto etarra) detenido en México se encontró una fórmula para una sustancia que puede ser utilizada como arma química. Miguel no lo acaba de decir, pero sí es verdad que al Estado de Derecho le hace falta que la prensa tenga mucho cuidado en estos casos. El linchamiento verbal no sirve para esclarecer las cosas ni para combatir el terrorismo. Sirve para meter miedo, que es el precisamente lo que el terrorismo pretende.
Información terrorista.