Juan Ignacio Jiménez Mesa: “El estudio, como siempre, era una encuesta y su resultado un disparate que evidencia que la disfunción la tienen algunos en el cerebro. No se les ha ocurrido otra cosa que catalogar el índice de impotencia por comunidades autónomas. Por si era poca la tensión disgregadora del sistema administrativo español, ahora resulta que las nacionalidades y regiones se distinguen además por el grado de disfunción eréctil.” Pues claro, y por el número de callistas por metro cuadrado, y el de carnicerías de caballo por habitante entre los 27 y los 32 años de edad, y el de peines por cabeza. ¿Para cuando una encuesta sobre el número de publicistas por encuesta?
Disfunción mental.