“Un Parlamento que, en vez de ser potenciado como la institución central del sistema, es reducido a un ente ornamental, una Administración pública carente de transparencia, o unos medios de comunicación públicos que no respetan el pluralismo político ni practican la veracidad informativa, son hechos que no nos avalan precisamente como un paradigma democrático.” Y añadiría: una oposición que en su mayoría son incapaces de ofrecer una alternativa mínimamente seria y creíble.
Revitalizar la democracia, de
Anxo Guerreiro.