Max J. Castro: ”¿Cómo logra el gobierno Bush privar a millones de trabajadores de un derecho sin consultar al Congreso que lo aprobó? Es como si la Administración Bush hubiera dicho: No podemos cambiar la ley, entonces vamos a cambiar la definición de la realidad. Por arte de magia, y por decreto del Departamento del Trabajo, los que ayer eran técnicos con derecho al overtime hoy se convierten en profesionales letrados o ejecutivos, empleados que bajo la ley carecen del derecho al overtime. Ironías de la vida en la era de Bush II: antes el adquirir el título de ejecutivo o profesional conllevaba para el trabajador un aumento de sueldo. Ahora implica todo lo contrario.” ¿Destruir el poder adquisitivo de 8 millones de trabajadores es bueno para la economía?
Saña con el salario.
2003-07-18 14:10 Pretender que el capitalismo en su estado actual tiene algún interés verdadero por la economía es como ignorar que los dinosaurios no se extinguieron y que, a pesar de las apariencias, siguen estando allí donde despiertan. La economía es una noble actividad desarrollada por artesanos honestos y aplicados que hacen de su esfuerzo una comunidad productora de bienes concretos. Estos artesanos están en peligro de extinción si bien un conocido nietzscheano de izquierdas propuso, no hace mucho, reunirlos en una necesaria y desesperada (por lo que en ello se juega el planeta) Internacional de Empresarios. La perdida de derechos adquiridos es tan sólo una de las muchas caras del iceberg totalitario. La magia especulativa y sus hermanas, la ingeniería contable y la flexibilidad laboral, alevosa y nocturna, poco tienen que ver con la economía; más bien podríamos suponer que se relacionan, aunque por vía indirecta, con la necrofagia. (A Roberto Bolaño, ‘trapecista sin red’)