“Una organización talentosa sabrá aunar el esfuerzo de las personas que trabajan en ella para conseguir desarrollar con alta eficacia sus fines y tareas”.
Manuel Pimentel sabe que la suma individual de intelectos no es suficiente para garantizar el éxito, y que es en la capacidad de organización y en el talante del equipo directivo donde está la clave, ya que una mala organización acabará expulsando
directa o indirectamente a las personas de talento al no encontrar éstas aliciente para desarrollar su potencial creativo. La reflexión realizada en
el talento de las organizaciones podía hacerse extensiva a todo un país, que ve cómo se “fugan” sus cerebritos y potenciales creativos a otros países en busca de la oportunidadad inexistente en el de origen.