Mariano Gistaín nos regala otra de sus instantáneas panorámicas de la actualidad: “Bush y Blair (parece una marca de abrigos) no quieren reconocer que mintieron, cuando todo el mundo sabía que estaban mintiendo. La mentira de Clinton era por una becaria y la familia (unida) ha sabido rentabilizar el flirt. Inolvidable verano del fiscal Kenett Starr con el vestido polucionado de Lewinsky y el bombardeo de una farmacia en Sudán. Ay esos informes. Ahora Bush tiene que ir a hacerse fotos a Africa para disimular. La miseria mundial ha crecido desmesuradamente, mil millones de seres humanos no tienen ni para pipas, ni agua, ni leche. Este retroceso que nadie discute debería ser suficiente para cuestionarlo todo, para replantearnos el mundo, para gravar con un pequeño IVA los negocios especulativos, flujo libre de capitales, cuya proporción es de treinta respecto a la llamada economía productiva, la que en principio paga impuestos.”
Mamá, pepsi, papá...