De entre las paradojas del universo quizás sea el
hielo ardiente la más aprovechable como fuente de energía alternativa en este siglo: “Como un hielo ardiente, el hidrato de metano es frío, blanco y se enciende como una estufa al contacto con una llama”.
Japón confía en el hielo como combustible. “El hidrato de metano es una estructura cristalina de gas metano rodeado por moléculas de agua, que se mantiene estable gracias a temperaturas gélidas y presiones altísimas. Al separar sus componentes se produce metano, el gas natural común”. Hasta ahora los mayores esfuerzos están encaminados a encontrar la forma de su viabilidad económica, al encontrarse esta fuente de energía en los hielos eternos del Artico y en las profundidades oceánicas, su extracción y explotación comercial se complica, al menos hasta ahora; quizás los avances tecnológicos permitan desarrollar esta posibilidad.