En los últimos días hemos anotado varios artículos sobre el asunto de la adicción a internet que describe el ministerio de tecnología en su último informe. Nos hemos reído bastante con esos recelos de principiante. Guillermo Rodríguez también entra en la jugada y confiesa: Soy adicto a internet. Alega que el usuario puede aprovechar mejor el tiempo y ahorrar dinero, gracias a la red. También puede estar mejor informado, trabajar con mayor soltura y conseguir cosas que no encuentra en su ciudad o que no tiene tiempo de ir a buscar: libros, discos, regalos. Un amigo medievalista ha recortado el tiempo de su último trabajo por la mitad (meses), gracias a internet, que le ha facilitado enormemente su investigación. Sólo en una cosa no concuerdo con el Sr. Rodríguez. Dice que el internauta adicto entra en la red a los cinco minutos de levantarse por la mañana. Yo lo he calculado: he ido al baño, he puesto la cafetera, me he sentado delante del ordenador: tres minutos y poco. ¡Eso de los cinco minutos es una exageración intolerable y exijo una rectificación!