Comentarios

1. Daniel Medvedov
   2003-07-12 20:30 Para enseñar a leer es necesario un arte gracioso. Con los consejos de los maestros, hoy es difícil que el joven empiece a leer. Habría que sugerirle, retarle, burlarse del que no lee. Y la burla debería ser sutil, elevada, creadora, constructiva. Tengo la certeza que las mujeres son las que ganarían este juego.Ellas deben ser utilizadas como educadoras del educador no-educado. Un joven llega a conquistar a sus novias, también por el arte de la lectura. Este tesoro puede representar un arma extraordinaria y el artista marcial que la empuña tendrá que estudiar estrategia y táctica. Todos están acostumbrados a leer libros con escritura por dentro. Pero pocos leen los libros escritos sin la ayuda de las letras. Eso es: educar a los educadores.¿Pero quién es aquél educador que educa al educador no-educado? ¿Quién es el lector que hace leer al no-lector, que no lee, por no haber sido enseñado? Enseñar a leer, he aquí el desafío de los que poseen el arte de la escritura. En la mayoría de los libros de hoy se irrespeta el misterio y se le asalta, en su lugar escondido, para mostrar la realidad en su crudeza. Eso sabemos hacerlo muy bien. Por ello la gente no lee. Y por otro lado, se irrespeta la realidad y su más clara presencia, elevándose a la fantasía en un pedestal que no merece. ¿A qué vienes tantos dragones y elfos? No se percibe ya el secreto que debe rodear la escritura. Uno de los métodos más eficaces para enseñar a leer es sugerirle al joven que hay muchas cosas que desconoce y por tanto, hasta que no beba de estas fuentes, estará ayuno del saber. El que lee no siempre alcanza el saber a través de su lectura, pero puede existir un momento, un instante especial que ocurre con un libro abierto, en el cual la belleza del Ser queda patente. El escritor es más importante que su escritura y por tanto, el no-lector es más importante que su no-lectura. Habría que dirigirse al individuo que no lee con el afecto socrático y rabelaisiano de la burla elevada. Por allí va el sendero.
2. Daniel Medvedov
   2003-07-12 20:33 Libro de notas Vista previa del comentario Anotado porDaniel Medvedov | Julio 12, 2003 06:31 PM Nombre: Correo electrónico: Comentarios: Comentario anterior Para enseñar a leer es necesario un arte gracioso. Con los consejos de los maestros, hoy es difícil que el joven empiece a leer. Habría que sugerirle, retarle, burlarse del que no lee. Y la burla debería ser sutil, elevada, creadora, constructiva. Tengo la certeza que las mujeres son las que ganarían este juego.Ellas deben ser utilizadas como educadoras del educador no-educado. Un joven llega a conquistar a sus novias, también por el arte de la lectura. Este tesoro puede representar un arma extraordinaria y el artista marcial que la empuña tendrá que estudiar estrategia y táctica. Todos están acostumbrados a leer libros con escritura por dentro. Pero pocos leen los libros escritos sin la ayuda de las letras. Eso es: educar a los educadores.¿Pero quién es aquél educador que educa al educador no-educado? ¿Quién es el lector que hace leer al no-lector, que no lee, por no haber sido enseñado? Enseñar a leer, he aquí el desafío de los que poseen el arte de la escritura. En la mayoría de los libros de hoy se irrespeta el misterio y se le asalta, en su lugar escondido, para mostrar la realidad en su crudeza. Eso sabemos hacerlo muy bien. Por ello la gente no lee. Y por otro lado, se irrespeta la realidad y su más clara presencia, elevándose a la fantasía en un pedestal que no merece. ¿A qué vienen tantos dragones y elfos? No se percibe ya el secreto que debe rodear la escritura. Uno de los métodos más eficaces para enseñar a leer es sugerirle al joven que hay muchas cosas que desconoce y por tanto, hasta que no beba de estas fuentes, estará ayuno del saber. El que lee no siempre alcanza el saber a través de su lectura, pero puede existir un momento, un instante especial que ocurre con un libro abierto, en el cual la belleza del Ser queda patente. El escritor es más importante que su escritura y por tanto, el no-lector es más importante que su no-lectura. Habría que dirigirse al individuo que no lee con el afecto socrático y rabelaisiano de la burla elevada. Por allí va el sendero. Anotado por Daniel Medvedov | Julio 12, 2003 06:30 PM
3. Daniel Medvedov
   2003-07-12 20:37 Libro de notas Vista previa del comentario Anotado porDaniel Medvedov | Julio 12, 2003 06:31 PM Nombre: Correo electrónico: Comentarios: Comentario anterior Para enseñar a leer es necesario un arte gracioso. Con los consejos de los maestros, hoy es difícil que el joven empiece a leer. Habría que sugerirle, retarle, burlarse del que no lee. Y la burla debería ser sutil, elevada, creadora, constructiva. Tengo la certeza que las mujeres son las que ganarían este juego.Ellas deben ser utilizadas como educadoras del educador no-educado. Un joven llega a conquistar a sus novias, también por el arte de la lectura. Este tesoro puede representar un arma extraordinaria y el artista marcial que la empuña tendrá que estudiar estrategia y táctica. Todos están acostumbrados a leer libros con escritura por dentro. Pero pocos leen los libros escritos sin la ayuda de las letras. Eso es: educar a los educadores.¿Pero quién es aquél educador que educa al educador no-educado? ¿Quién es el lector que hace leer al no-lector, que no lee, por no haber sido enseñado? Enseñar a leer, he aquí el desafío de los que poseen el arte de la escritura. En la mayoría de los libros de hoy se irrespeta el misterio y se le asalta, en su lugar escondido, para mostrar la realidad en su crudeza. Eso sabemos hacerlo muy bien. Por ello la gente no lee. Y por otro lado, se irrespeta la realidad y su más clara presencia, elevándose a la fantasía en un pedestal que no merece. ¿A qué vienes tantos dragones y elfos? No se percibe ya el secreto que debe rodear la escritura. Uno de los métodos más eficaces para enseñar a leer es sugerirle al joven que hay muchas cosas que desconoce y por tanto, hasta que no beba de estas fuentes, estará ayuno del saber. El que lee no siempre alcanza el saber a través de su lectura, pero puede existir un momento, un instante especial que ocurre con un libro abierto, en el cual la belleza del Ser queda patente. El escritor es más importante que su escritura y por tanto, el no-lector es más importante que su no-lectura. Habría que dirigirse al individuo que no lee con el afecto socrático y rabelaisiano de la burla elevada. Por allí va el sendero. Anotado por Daniel Medvedov | Julio 12, 2003 06:30 PM
4. Ruben Pachas Saldarriaga
   2003-08-11 05:40 Bueno para mi leer es lo que puede elevar el intelecto del hombre, pero talo vez a la juventud ya se le aplico casi la mayoria de metodos para ser conciente de que no saben leer, pero no da resultado, es pues mi preocupaion , de busacer metodos que logren y despierten el intees de leer en la persona humana , sabiendo el leer es debe ser mas que cultural espiritual y asi lograr el cambio o un avance de conciencia de lectura .
5. Ruben Pachas Saldarriaga
   2003-08-11 05:44 Bueno para mi leer es lo que puede elevar el intelecto del hombre, pero tal vez a la juventud ya se le aplicó casi la mayoria de metodos para ser conciente a los alumnos de que no saben leer, y que deben aprender, pero no da resultado, es pues mi preocupación , de buscar metodos que logren y despierten el interes de leer en la persona humana , sabiendo que el leer debe ser mas que cultural espiritual y asi lograr el cambio o un avance de conciencia de lectura .
6. daniel medvedov
   2003-08-14 02:40 Apreciado Ruben, Pienso que leer nos hace madurar y así dejamos los juguetes, para disponernos a entender el juego. Leer es un arduo trabajo para el joven, pero si sabemos cómo conquistarlo, ganamos la batalla de la desidia. El método mío es el siguiente: Una lista de libros fundamentales, entrelazados por un solo y único tema, que el joven debe percibir como si fuera escrito para él, por múltiples autores. Por ejemplo el tema del Ser y su aventura mítica a través de las regiones de la imaginación. Luego la inteligencia, la creatividad y la fantasía, en total, cuatro puntos que tendrán que ser tomados en cuenta. Si no resulta, hay que sugerir y evocar, tal vez no sea necesario nombrar y describir. Esto lo dijo antes un poeta francés, el de las vocales-colores, Rimbaud. Leer es un desafío, hay que provocar al lector, desafiarlo y enseñarle a enfrentarse a los dilemas, misterios y demás banalidades de la escritura. Con afecto, Daniel Medvedov
7. Tina R.Z
   2004-08-14 05:39 soy profesora de educación secundaria, para mi es muy importante promover el habito de la lectura a mis alumnos, sin embargo, ellos presentan un gran desinteres por ello, quisiera saber de que manera puedo educarme yo de modo que pueda crear en los chicos el interés por leer. Me enriqueceria bastante si pudieran añadir comentario o sugerencia a mi escrito, me encanta la lectura y estoy buscando que mis alumnos descubran el fantastico mundo que ofrecen los libros.