Vicenç Navarro sostiene que la democracia española es “incompleta”, que el estado del bienestar deja mucho que desear, que falta pluralidad mediática y que el silencio que guardan los políticos en general sobre la etapa de la segunda República Española
ha contribuido a empobrecer la conciencia democrática de este país; lo que se refleja en hechos como el caracter de intocable e incuestionable del Jefe del Estado y en el resultado del “40 por ciento de la juventud entrevistada que decía que tanto da que en un país haya dictadura o democracia, siempre y cuando haya progreso y orden”; lema, que como bien recuerda Navarro, “era precisamente el eslogan del fascismo durante la dictadura”. En
Es deficiente la Democracia en España constata porqué el modelo de transición Española ha de ser considerado como “inmodélico”.