“Los críticos viven momentos difíciles. Su influencia es cada vez menor y han acabado desplazados como consecuencia del poder ejercido por personas anónimas que simplemente publican sus opiniones en la Red. No cobran, no exigen nada a cambio, sólo quieren compartir sus experiencias con los demás. Por eso su fiabilidad es mayor: sus manos no están atadas por influencias externas o compromisos empresariales.”
Guillermo Rodríguez se refiere a la tremenda influencia que tiene la red a la hora de hundir o elevar a algo o a alguien. Creo que esto tiene que ser bueno y servirá para limpiar las cloacas, pero tiene sus peligros: no todo debe valer. El problema está, como siempre, en encontrar el término medio.
Internet decide.