Andrés Oppenheimer se pregunta por las razones de que Estados Unidos lleve cinco años sin nombrar un diplomático para América Latina, y parece que la causa pueda estar en las luchas internas entre partidos en el Gobieron y en la oposición; en la práctica, la impresión es que al sur de Texas poco hay que les importe: ” «Por supuesto que esto hace daño», me dijo, refiriéndose al hecho de que ninguno de sus sucesores recibió la aprobación del Congreso. «Los países latinoamericanos quieren creer que cuando Washington habla, lo hace con una sola voz».
Davidow no cree, como muchos otros, que el Departamento del Tesoro o las agencias antidrogas hayan reemplazado al Departamento de Estado como los principales conductores de la política de Estados Unidos hacia América Latina.”
Se busca diplomático para países del sur.