José Pablo Feinmann vive a cien metros del
Ground Zero, el lugar donde ya no existen las Torres Gemelas. Desde su ventana, reflexiona muy críticamente sobre ese espacio nihilista y sobre las reacciones que suscita en la población y el gobierno norteamericano: “El Ground Zero es un hito en la nihilización de la cultura occidental. Jamás una ausencia fue tan desmedida. Jamás la Nada fue tan enorme. Filman, también, estos seres babilónicos, algo extraviados, desbordados por la facticidad cruel de la Historia, esos garabatos que abundan en las paredes laterales. Nombres, muchos nombres. Y una leyenda omnipresente: ‘God Bless America’. Los norteamericanos no sólo creen en Dios. Creen, además, que Dios existe porque existen ellos, porque existe America y porque Dios tiene la misión eterna de bendecirla.”