Una vez, hace tiempo, inicié en casa un experimento científico. Consistía en observar detalladamente mi vello corporal y tomar muestras, mediciones, el peso, la talla, el color según las zonas… e intentar averiguar la frecuencia de crecimiento y las causas y razones de su aleatoria distribución; el experimento debería repetirse cada 10 años hasta mi muerte. Hasta ahora me he autoexaminado dos veces. No les daré los resultados porque carecemos de perspectiva científica para valorarlos, pero estén atentos a mi defunción que serán publicados postumamente. Por lo pronto, yo me siento valorado por el artículo de
Isaac Camps Elogio de la ciencia amateur. Aunque ultimamente me estoy preguntando: ¿cuál es el fin del proyecto?
2003-09-09 22:50 Como autor del citado artículo no puedo menos que sentirme aklagado por tu referència. Puede que un frecuencia de 10 años se excesiva. Yo he tenido una alumna de bachillerato que hizo su “treball de recerca” (una especie de tesina obligatoria) sobre sus variaciones antropomètricas y fisiológicas a lo largo de un año. I de los resultados sacamos conclusiones!!!