México sigue luchando, y trabajando, para convertirse en un país moderno, ágil, y por acercarse a su potencial económico y social. Sin embargo, todavía quedan muchos empresarios (y políticos, funcionarios, mucha gente) empeñados en seguir mamando del estado, una dependencia que dejó el PRI y de la que cuesta mucho desengancharse.
Roberto Salinas León: “Por el lado monetario, si algo de política económica ha funcionado ahora, después de tres décadas perdidas en materia monetaria, ha sido la lucha contra la inflación, el impuesto más injusto. Una condición necesaria (si bien no suficiente) para lograr crecimiento en forma sostenida es gozar de una moneda con valor estable, que funcione como medio de intercambio y unidad de ahorro. El populismo del dinero fácil equivale a la diversión con cocaína, adictiva, artificial y letal. Excepto, claro está, para el empresario que vende la droga, o en su caso, vive a la sombra del favor estatal, del privilegio político.”
Populismo empresarial.