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Dictados y valores

Tanto en la izquierda como en la derecha se mantiene una discusión que divide entre mercado y valores (o lo moral). Tradicionalmente la izquierda prefiere dirigir los mercados hacia lo moral y la derecha lo moral hacia el mercado. Todo demasiado conservador. El mercado no ha demostrado la capacidad de afrontar los grandes retos: ecología (transporte del petróleo), pobreza (treinta y tantos millones en EEUU), las enfermedades (la reciente pneumonía atípica es precisamente una enfermedad de mercado). Y el dirigismo burocrático tampoco. Yo soy partidario de abrir los mercados y de dar ventajas fiscales a las empresas que se apresten a afrontar esos retos. EEUU parece el gran paladín del mercado libre, pero luego están sus subsidios agrícolas e industriales; las subvenciones mayúsculas al I+D. Lo primero es dirigismo burocrático (a cambio de votos y financiación de campañas), lo segundo también lo es, porque las empresas no pueden con los gastos. Quizá la discusión no sea si uno o el otro, sino cómo uno y cómo el otro. Todo esto viene a cuento de un artículo de Carlos Rodríguez Braun: Dictados y valores.
Roger Colom | 17/06/2003 | Artículos | Globalización

Comentarios

  1. Daniel Rodríguez
    2003-06-17 21:15 La verdad, me parece bien que tengas críticas al sistema de mercado (yo también las tengo), pero deberías escoger mejor tus ejemplos. Porque, para empezar, las catástrofes en el mar no pueden ser culpadas al mercado si éste sigue siendo público. En liberalismo.org tengo un artículo sobre la privatización del mar que, de llevarse a cabo, podría eliminar problemas como el del transporte de petróleo que indicas. Quizá no lo hiciera, pero sería entonces, y no ahora, cuando habría que quejarse de la solución de mercado. El mito de los treinta y pico millones en EEUU es de una persistencia notable, dado la sorprendente realidad que esconde. Las medidas de pobreza se hacen siempre con respecto a ingresos, no a patrimonio, y se coloca un umbral que depende de los ingresos medios en el país que se estudio. De donde aparecen datos curiosos como que el 70% de los hogares estadísticamente pobres estadounidenses tienen coche, el 41% es propietarios de su casa y cosas así. Además, el índice de salida es del 23%, de donde se deduce que no es lo normal permanecer pobre. Este dato posiblemente sea causado por no tener en cuenta el patrimonio. Por último, decir que el SARS es una enfermedad de mercado, cuando la epidemia ha sido causada por el ocultamiento propio de una dictadura comunista de las de toda la vida como es la china, ya es de broma.
  2. Roger Colom
    2003-06-17 22:58 En efecto, lo del SARS es una broma. Y parte del hecho de que la enfermedad se propagó en los mercados (literales) y en las granjas que surtían a esos mercados, saltando de los animales a los humanos. El que se convirtiera en una epidemia es, como dices, clara culpa de la ocultación y de uno de los sistemas burocráticos más imponentes del mundo. Luego, y por culpa de esa expansíón, se pasó de los humanos a los mercados financieros, el de Hong Kong, por ejemplo, y condujo a muchas empresas, sobre todo líneas aéreas, a graves pérdidas. Tenemos un sistema complejo, un virus, que (saltándonos varios pasos) afecta a otro sistema complejo, un mercado financiero. Esto no es una crítica al sistema de mercado, sólo es la explicación de una broma. La culpa del caos es el exceso de silencio por parte de las autoridades; luego tuvieron que hacer uso de su fuerza otra vez para frenar la enfermedad. En cuanto al Prestige, me parece que ese caso es sólo un síntoma de una situación grave. Permitimos (no sólo España, sino Europa) que barcos que ya deberían de haber pasado por el desguace sigan navegando. Barcos que ni siquiera cumplen unas condiciones mínimas para el tipo de carga que llevan. Permitimos que barcos con bandera pirata (politely, se dice “de conveniencia”) atraquen en nuestros puertos. Por fin, permitimos que navieras que contratan personal poco cualificado se dediquen al transporte de mercancías difíciles. Yo no tengo un carnet ni la experiencia necesaria para llevar un camión lleno de gasolina, ¿por qué las tripulaciones de esos barcos sí pueden hacer lo equivalente en el mar? En sistemas complejos siempre existe la posibilidad de un orden excesivo o de un caos excesivo; el sistema complejo funciona entremedio. Por eso son importantes ciertas regulaciones, mientras que otras deben desaparecer por completo. En cuanto a la pobreza en EEUU, mencionas los coches. Viví más de veinte años en ese país y una cosa tengo clara: tener coche o no puede significar la diferencia entre la pobreza o la miseria. En Europa donde existen sistemas de transporte público más o menos decentes, la situación es distinta. En EEUU, tener coche significa poder ir a trabajar, aunque sea por el sueldo mínimo. Las comparaciones siempre funcionan de manera extraña. En partes de Africa se puede vivir la mar de bien con 500 euros al mes, pero en Madrid, por ejemplo, resulta bastante difícil. Lo mismo pasa con ese porcentaje de coches en las familias pobres de EEUU. ¿Con qué comparamos, con los pobres en El Cairo, o con la clase media en los mismos EEUU? El porcentaje de casas en propiedad habría que compararlo también con el porcentaje en la clase media. Tampoco es lo mismo ser propietario de una casa heredada (gracias al trabajo de un inmigrante en la industria pesada) en South Central LA que serlo de un piso en el Upper West Side de Nueva York. Puede que en Los Angeles tengas patio y sitio para aparcar el coche, pero el valor de la propiedad es muy inferior. También, el colegio a donde irán los hijos depende del barrio donde esté uno censado. Y eso marcará las oportunidades que tengan esos hijos de salir adelante o de continuar el círculo vicioso de la pobreza. Me repito: el mercado funciona en un sitio inestable entre el orden excesivo y el caos. Es entonces cuando la mano invisible, esa reelaboración de la doctrina de la divina providencia, ideada por Adam Smith, puede hacer su trabajo. El sistema complejo y el proceso praxeológico de Hayek suenan a la misma cosa. Gracias por la referencia al artículo de Ghersi, me lo leeré esta noche.

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