Jorge Eduardo Eielson,
La escalera infinita: “Frente al pragmatismo tecnológico desbordante, el arte puede, y debe, oponer su poderosa e intacta carga crítica, generadora de modelos siempre nuevos y antiquísimos al mismo tiempo, sean éstos estéticos, éticos o sociales. Es una banalidad decir que toda sociedad y todo tiempo tienen el arte que se merecen, puesto que el verdadero arte no refleja pasivamente una época sino que más bien propone modelos”.