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1. JR
   2003-06-13 12:32 Los argumentos dados por Esperanza Aguirre esta mañana en La Mirada Crítica de Telecinco, apoyando una nueva convocatoria de elecciones, caen por su propio peso. Si, según ella, llamar de nuevo a los ciudadanos a las urnas es necesario para que juzguen la coalición entre PSOE e IU, debería obrarse de igual modo en todas y cada una de las instituciones con competencias para disolver la cámara en cuanto se procediera a pactos de coalición, obligatorios casi siempre para garantizar la gobernabilidad. Por esta peregrina regla de tres, cuando el PP tuvo que pactar con los nacionalistas en el 96, ¿no se debería haber convocado elecciones generales para que la ciudadanía juzgara tal coalición? Sencillamente ridículo. En otra vertiente del mismo asunto, una nueva votación significaría invalidar los resultados del veinticinco de mayo, a mi juicio clarísimos, por culpa de dos diputados que han desobedecido las órdenes de su partido, el verdadero dueño de los escaños, y no ellos. Ahí debería existir un consenso entre los principales partidos españoles para impulsar una reforma legislativa de envergadura que diera punto y final a los transfuguismos que tanto están haciendo daño a nuestra Democracia. Por lo menos, mientras las listas de candidatos sean cerradas. Por último, recomendaría a los portavoces del PP que, antes de criticar ferozmente al PSOE por su supuesta desunión interna y acusar a sus líderes de incompetentes tras haber incluido a los dos tránsfugas en sus listas, recuerden brevemente los no tan lejanos episodios de Hormaechea en Cantabria y Sergio Marqués en Asturias. Entre otros. Un saludo.