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Renta Básica

¿Es un derecho de ciudadanía el percibir unos ingresos periódicos que garanticen cubrir las necesidades básicas?. El debate social, económico y político se abre de nuevo en torno a la propuesta de la Renta Básica. “La precariedad laboral y los altos porcentajes de desempleo, con un predominio creciente del paro de larga duración, son fenómenos permanentes en nuestras sociedades. El desempleo es la causa principal de pobreza pero, actualmente, tampoco el empleo, cada vez más irregular, intermitente y precarizado, garantiza llegar a fin de mes. En el caso concreto del Estado español los datos hablan por sí solos: la tasa de paro dobla la media europea y la de precariedad la triplica; casi el 20% de la población se encuentra por debajo del umbral estadístico de la pobreza”. Algunas voces liberales se oyen en su contra, por lo que interpretan sería promover el subsidio y la política del Estado-protector. Las redes ciudadanas mayoritariamente claman por su viabilidad, como mecanismo de redistribución de la riqueza. Renta básica: cambiar las reglas del juego.
Carmen Castro | 11/06/2003 | Artículos | Democracia

Comentarios

  1. luxus
    2003-06-11 21:16 El asunto de la renta básica es, en mi opinión, uno de los grandes debates, y campos de batalla, de las sociedades occidentales en los próximos años. En breve: ¿queremos enriquecer a las empresas o enriquecernos nosotros? Me váis a perdonar que aparezca por aquí haciendo proselitismo patético, pero precisamente hoy he puesto un artículo en mi página sobre una cuestión estrechamente relacionada: www.lapaginadefinitiva.com/politica/peun/9.htm Un cordial saludo
  2. Daniel Rodríguez
    2003-06-12 00:51 Claro, eso pensaron los comunistas, que no había que enriquecer a las empresas. Lo malo es que después de su extraordinaria labor, los obreros polacos tenían menor nivel de vida real que los parados franceses, pero las intenciones eran buenas, claro. En fin, espero que alguien me explique la justicia de arruinar la economía (es decirpara que con mi sueldo le pueda pagar su renta básica a Botín. Todo esto suponiendo que una economía en la que se premia la inactividad (si no haces nada cobras y si trabajas pagas, estupendo, justísimo, enriquecedor) iba a producir algo alguna vez. La comunista se veía obligada a tirar de gulag para conseguirlo. ¿Qué haríamos nosotros? Por otro lado, recuerdo que la “pobreza estadística” tiene bien poco que ver con la pobreza real. No sé si os fijais que no cambia nunca. Lógico, cuando depende de la renta media. Esa estadística puede servir para medir la desigualdad y ni aún así, porque no tiene en cuenta el patrimonio, a aquellos que viven con y de la familia, etc..
  3. luxus
    2003-06-12 02:04 Estimado Daniel, realmente los comunistas no tenían ninguna intención de enriquecer a las empresas, por la sencilla razón de que no existían. No creo que nadie en su sano juicio ponga en duda las enormes dificultades de funcionamiento de una economía planificada. Sin embargo, aquí no se habla de una economía planificada, simplemente se habla de poner algo de orden en las prioridades de la globalización, y supongo que convendrás conmigo en que por ahora la globalización resulta beneficiosa, ante todo, para las empresas, sobre todo las que por su peso específico están en condiciones de deslocalizar su industria. No creo que la renta básica destruyera la economía, al menos tal y como yo la entiendo (y realmente, salvo que estés por delante de Botín en la lista Forbes, lo más probable es que él te pagara a ti tu renta básica, la suya y la de muchos más, no al revés). Y tampoco pongo en duda que la renta básica signifique desincentivar algo la producción, pero no todo en la vida es competitividad, sobre todo si de resultas de esa competitividad se aumenta el PIB, se aumentan los beneficios de mi empresa, pero mágicamente no se aumenta mi sueldo ni mi estabilidad laboral, porque “cuidadito, chaval, no levantes la voz que hay doscientos detrás de ti que trabajarían por la mitad que tú”. Un cordial saludo
  4. bacterio
    2003-06-12 04:14 Una consecuencia de este tipo de políticas, es que se deja de trabajar y ahorrar, pues no compensa. Por poner un par de ejemplos de Inglaterra: El estar en una residencia para ancianos es algo bastante caro. Los servicios sociales sólo financian una residencia a alguien que tenga unos ahorros inferiores a £16000 en el banco. Si un anciano ha ahorrado toda su vida y tiene un dinero en el banco que pensaba dar a los hijos, pero tiene que ir a una residencia, se encontrará que hasta que no se haya gastado esos ahorros en pagarla, el estado no le ayudará. Le habría salido mejor gastarse el dinero en lo que fuera en vez de ahorrarlo. El actual gobierno laborista está introduciendo regulaciones para que en las universidades se tenga que dar una cierta preferencia a aquellos estudiantes cuyas familias tengan ingresos bajos. En la universidad de Bristol están haciendo esto. Los hijos de familias que tienen más dinero, se ven discriminados aunque tengan mejores notas en la selectividad. La gente trabaja entre otras cosas, para que sus hijos tengan ventajas en la vida. Si se quita esto, el trabajar pierde buena parte de su sentido. Otra consecuencia, es que para dar un dinero a todo el mundo que no trabaja todos los meses, se necesita en principio, subir los impuestos. Una consecuencia es que la gente que antes tenía más dinero para gastar, ahora no tiene tanto, pues se lo quitan en forma de impuestos. Al tener menos dinero que gastar, compran menos cosas y la economía se resiente. Las implicaciones prácticas de cosas como la “renta básica” implican una pérdida de la voluntad de trabajar y ahorrar. Quizás el quitar trabas (¿leyes?) a que la gente trabaje, o se establezca por su cuenta fueran más beneficiosas.
  5. Cayetano
    2003-06-12 09:38 Buenos días, La pregunta era ¿Es un derecho de ciudadanía el percibir unos ingresos periódicos que garanticen cubrir las necesidades básicas?. Si. Pero si contamos entre esas necesidades básicas el desarrollo integral de las personas, uno de esos derechos es el de trabajar en condiciones dignas y gratificantes, con sueldos justos, etc.. Es ya un tópico eso de enseñar a la gente a pescar (y que no le roben el pescado) en vez de regalarle calderetas de bacalao cocinadas con su punto óptimo de sal a quienes ignoran las artes de pesca y no tienen intenciones de aprender. Limosnas no, ayudas al desarrollo personal sí. Un saludo,
  6. Carmen
    2003-06-12 10:59 Como decía en la nota …. el debate está abierto y hay interpretaciones para todos los gustos. ;) La propuesta de RB tiene que ver desde mi punto de vista más con la redistribución de recursos, que con los incentivos a la producción. Y desde esa perspectiva sería la materialización del derecho básico de la ciudadanía: sobrevivir – cubriendo sus necesidades básicas. Y sinceramente no creo que ésto suponga nigún desincentivo ni mucho menos acumulación de riqueza, ya que se está hablando de que su importe vendría fijado por lo que se considera umbral de pobreza. Por otra parte, una vez garantizada la subsistencia, las personas pueden plantearse cubrir otro tipo de necesidades desarrollo personal de tipo lucrativo, de tipo intelectual, de tipo social o de tipo contemplativo. ¿y qué si la productividad económica no es el motor principal? si incluso las empresas se han dado cuenta de la necesidad de integrar el valor de lo intangible, del capital humano y relacional … Quizás por ello, me parece tan acertado y ambicioso el debate de la RB, porque no es sólo la renta de subsistencia, sino invertir en el cambio de criterios de desarrollo humano-social-económico. Salu2
  7. Daniel Rodríguez
    2003-06-15 00:26 El problema, Carmen, es que no se puede separar la producción de la distribución. Ese es un error básico en economía. Es justamente la distribución lo que marca los incentivos. Cuantos menos incentivos tenga trabajar (lo que sucede al ampliar los impuestos), menos se trabaja, menos se produce y lo pasamos peor todos. Además de considerar las enormes consecuencias morales y políticas perniciosas de semejante medidas. Dependeríamos del poder político, como en los países soviéticos, para todo. Los impuestos para sufragar la broma podrían andar, según han calculado algunos economistas, cerca del 80%. E, insisto, el umbral de pobreza es un valor estadístico que se deja muchas cosas fuera. Te pongo un ejemplo: si yo cobrara menos de la mitad de la renta media pero viviera en un piso heredado y completamente mío podría pasar por pobre estadístico, mientras que alguien con una hipoteca a cuestas situado entre esa cifra y la renta media no sería considerado pobre.
  8. Carmen
    2003-06-15 15:07 Daniel, entiendo tu respuesta desde la lógica del funcionamiento del sistema no obstante, discrepo de tus valoraciones. Mi comentario no iba tanto en la línea de obviar la distribución de los recursos, sino todo lo contrario, ya que apunto directamente hacia la necesidada de cambiar los criterios de distribución, de forma que ésta sea realmente equitativa. Y ahí el reto: cambiar las reglas del juego. Veamos, el sistema, tal cual está funcionando, excluye del alcance de la redistribución a un elevado porcentaje de población, ya que el criterio básico que utiliza es la compensación de las cotizaciones realizadas y acumuladas durante la vida productiva; es decir, se sitúa en la esfera del trabajo remunerado y oficialmente reconocido. ¿Y qué pasa con el trabajo no remunerado que es utilizado para asentar los pilares del propio sistema? el trabajo doméstico y las actividades comunitarias o asociativas no entran en esa esfera productiva ni se valoran en términos monetarios ¿Con ello a donde voy? a explicitar que el sistema es deficiente en su funcionamiento, así que, ¿por qué no generar alternativas a su funcionamiento? En cuanto a la viabilidad o no de la propuesta de la RB: Existe un estudio realizado por la Fundació Jaume Bofill que demuestra que es perfectamente viable la implantación de una renta básica; el ámbito del estudio se limita a Cataluña, y el nivel de RB que contempla es de 528 euros mensuales. La Renta Básica no es imposible Y en esta misma línea, también hay argumentos y valoraciones realizados por otr@s Economistas, como Josep Manuel Búsqueda (del Seminario de Economía Crítica de Cataluña) o Amaia Pérez Orozco, por citar algún ejemplo; incluso algún que otro Premio Nobel de Economía como Maurice Allais está claramente convencido de que sería perfectamente viable social y económicamente ¿Entonces, dónde está el problema? de acuerdo con que su aplicación no sería sencilla, pero desde luego sí sería posible. Y aunque coincido contigo con que habría que finaciar este mayor gasto social, no creo que ello tuviese que venir necesariamente de una mayor presión fiscal, sino fundamentalmente de un reajuste óptimo en la distribución de los Presupuestos Públicos; me explico: – si estamos de acuerdo en que la mayor parte de la delincuencia está relacionada muy directamente con la marginalidad social y económica ¿no sería más efectivo invertir en reducir dicha marginalidad, garantizando un nivel de subsistencia y desarrollo personal que en mecanismos de defensa y represión? – el propio Maurice Allais propone Alternativas a los impuestos para financiar la Renta Básica y la necesidad de una alternativa a la moneda anónima propuestas bastante coherentes y factibles, ya que el mecanismo de funcionamiento ya está siendo utilizado por las propias entidades financieras, aunque con otra finalidad,claro está. La clave de todo está debate está precisamente en cuestionar o no los principìos y criterios del modelo de crecimiento y desarrollo y en la universalización de los derechos sociales;o al menos, así lo interpreto yo, Un saludo,
  9. Manel
    2003-07-16 18:15 Sólo querría añadir que a finales de los 60 y durante 3 años, en algunos estados de los EUA se realizó un ensayo implantando un sistema de renta negativa, que es similar a la Renta Básica.
    Se demostró que las condiciones de exclusión social se reducían drásticamente, así como la tensión social y familiar. Se observó que los costes asociados a mantener los anteriores subsidios de protección social se destinaban preferentemente (en un 70%) a la burocracia y no a sus beneficiarios.
    Curiosamente, la experiencia se desestimó puesto que introducía un alto nivel de participación política y reivindicativa, y además aumentó de forma importante la autoocupación, en los sectores más beneficiados por este ensayo, los negros de los estados sureños.

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